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martes, 22 de noviembre de 2011

¿Creen los jóvenes en la política?
¿Creen los jóvenes en la política? ¿Por qué? ¿Hay confianza en el sistema político mexicano? ¿Se sabe qué es política? 


El fin de semana pasado salí a las calles capitalinas para hacerles estas preguntas a los jóvenes de distintos puntos de la ciudad; resultó un experimento bastante interesante.

Aquí no hubo debate, se puede decir que es un tema en que la mayoría de los jóvenes están de acuerdo. Para comenzar debemos definir: ¿Qué es la política? Algo que muchos muchachos no supieron responder. Según el diccionario de la Real Academia Española, la política tiene que ver con el político y un político es la persona que interviene en asuntos del gobierno y negocios de Estado o el que practica el arte, doctrina u opina sobre asuntos referentes al gobierno de los Estados; ésta es mi preferida: “Actividad del ciudadano cuando interviene en los asuntos públicos con su opinión, con su voto, o de cualquier otro modo”.

Con base en esto, la política es la participación ciudadana en los asuntos que le conciernen, entonces ¿podemos hablar de política en México? o ¿sería mejor hablar de burocracia? Digo esto, porque al preguntarle a los jóvenes si estaban interesados en asuntos políticos, su respuesta fue única y rotunda: NO.

Las respuestas fueron homogéneas. La mayoría se fundamentaba en que no confía en el sistema político mexicano porque “sólo roban”, como dijo Hilario de 17 años, o porque “no cambia nada”, exclamó Jesús Molina de 24. La corrupción, la lucha de clases, la ambición, la falta de acuerdos fueron las frases que más sobresalieron. Como vemos son temas que están muy presentes para los mexicanos.

Pocos respondieron que sí les interesaba la política, pero que no confiaban en la democracia y menos en el sistema democrático mexicano. La razón es simple, aunque se crea que la democracia es una forma de gobierno incluyente, es todo lo contrario; es sólo el imaginario público y la verdad es que la política la sigue manejando la élite, los grupos de “poder”. Conforme con nuestros entrevistados, esta razón crea una desvinculación con el pueblo, dando como resultado la poca participación y falta de interés de la gente y de la comunidad juvenil.

Otro punto relevante mencionado es la búsqueda de intereses de los actores políticos, lo cual se ve reflejado en los demás ámbitos del país, como la economía, las artes, la ciencia, la educación y hasta en el entretenimiento, ya que los medios de comunicación controlan la información y, a su vez, están relacionados con los partidos políticos.
Ni hablar de los personajes políticos. Me sorprende que acaparen tantas portadas y primeras planas si son tan poco conocidos. Algunos nombres a favor que surgieron fueron Lázaro Cárdenas, los hermanos Flores Magón y, entre los históricos, nombraron a Bismarck, Trotsky y Gandhi.  En resumen, la política no es el “hit” de los jóvenes.

Aquí encontramos algo paradójico, a la comunidad joven no le interesa la política, no cree en el sistema político mexicano, pero vemos marchas donde los estudiantes salen a rescatar ese derecho a participar en los asuntos del gobierno.
Lo que se ve es una disociación del pueblo o, por lo menos, de la juventud con la esfera política. Los asuntos del gobierno son totalmente ajenos a nosotros. Sabemos que la política existe pero no estamos conscientes de qué es, no lo entendemos y lo peor –a mi punto de vista- es que no nos interesa.

Lo más grave de la falta de inclusión de esos 27.2 millones de personas jóvenes es que sin la participación de TODOS, estamos dejando que el poder de decisión recaiga en las mismas personas de quienes nos quejamos.

Sólo la correcta información y la participación pueden hacer que los corruptos nos rindan cuentas de su trabajo y podamos confiar otra vez en ellos. Es precisamente la poca confianza que le tenemos a nuestras instituciones políticas la que conlleva a la ignorancia que demostramos y de la cual se aprovechan los medios de comunicación y los actores políticos.










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